martes, 10 de marzo de 2009

Mis últimos años.

En 1671 participé en el certamen poético en honor de la canonización de S. Francisco de Borja.

En el año 1672 por fin se publicó el cuarto volumen de mis comedias, a cargo de Joseph Fernández de Buendía.
Un año después se publicó La vida es sueño, una de mis obras más importantes, también escribí El arca del Dios cautiva.

En 1674 escribí La nave del mercader y La viña del Señor.
En el 1677 se publicó un nuevo volumen de mis comedias, esta vez, a cargo de Antonio Francisco de Zafra.
En el 1679, en atención a mis servicios y debido a mi edad y cortos medios, el Rey me concedió el privilegio de una porción de comida cada día. Ese año escribí las obras: El tesoro escondido y El segundo blasón de Austria.
Un año después, y con motivo del Carnaval de 1680, compuse mi última comedia, Hado y divisa de Leónido y Marfisa.
El 25 de mayo de 1681, mi corazón dejó de latir, estaba acabando de componer los autos destinados al Corpus de ese año. Fui enterrado con todos los honores, y mi cadaver, revestido de mis ornamentos sacerdotales y del hábito de la Orden de Santiago, es llevado, de acuerdo con las propias palabras de mi testamento: Descubierto, por si mereciese satisfacer en parte las públicas vanidades de mi mal gastada la vida.
Antes de mi muerte, había escrito la obra El cordero de Isaías. Así dejé huérfanos los teatros, actualmente estoy considerado uno de los mejores escritores dramáticos de mi época.
Un año después de mi muerte, Vera Tassis comenzó a publicar mis Comedias en nueve partes.




Madrid, 25 de mayo de 1681.

No hay comentarios:

Publicar un comentario